La gestión educativa para la salud cultural-espiritual: una reflexión antropológica y pedagógica

Multimed 2015; 19(6)
NOVIEMBRE-DICIEMBRE

REFLEXIÓN Y DEBATE

 

UNIVERSIDAD DE CIENCIAS MÉDICAS DE GRANMA
Universidad de Granma. Bayamo. Granma

 

 

La gestión educativa para la salud cultural-espiritual: una reflexión antropológica y pedagógica

 

The educative management for the cultural-spiritual health: an anthropological and pedagogical consideration

 

 

Dr. C. Pedagóg. Guillermo Calixto González Labrada, I Dr. C. Pedagóg. Rafael Izaguirre Remón. II

I Universidad de Granma. Bayamo. Granma, Cuba.
II Universidad de Ciencias Médicas de Granma. Manzanillo. Granma, Cuba.

 

 

RESUMEN

La continuidad del humanismo cubano, en la gestión educativa actual, en la que relaciones de complementariedad entre los diferentes agentes educativos focalizan la salud cultural y espiritual como parte de la búsqueda de factores que satisfagan las necesidades del hombre, como ser social protagónico en los procesos socioculturales, se constituye en una síntesis de la utilización de múltiples metodologías y su contextualización, lo que permite socializar las relaciones didácticas que movilizan los presupuestos teóricos y el quehacer profesional práctico en los contextos microsociales, propiciando el conocimiento cultural y espiritual de los participantes en los procesos formativos. Las relaciones dialécticas de naturaleza pedagógica, son un resultado con enfoque didáctico combinativo, que de manera intencionada se materializa en los procesos educacionales, y en ello radica su novedad científica, que es admitida como alternativa pedagógico-didáctica en la formación humana.

Descriptores DeCS: TERAPIAS ESPIRITUALES/tendencias; ANTROPOLOGÍA CULTURAL/educación.

 

ABSTRACT

The continuity of the Cuban humanism in the current educational management, where complementary relationships in the different educational agents focus the cultural and spiritual health as part of the search for factors that satisfy the needs of man as a social protagonist in the socio- cultural processes; constitutes a synthesis using multiple methodologies and their contextualization, which allows to socialize the didactic relationships that mobilize the theoretical assumptions and the practical professional work in the micro-social contexts, promoting the cultural and spiritual knowledge of the participants in the training processes. The dialectical relations of pedagogical nature are a result, with a didactic combined approach, that intentionally takes the form of educational processes, and therefore its scientific novelty, which is accepted as a pedagogical-didactic alternative in the human formation.

Subject heading: SPIRITUAL THERAPIES/trends; ANTHROPOLOGY, CULTURAL/education. 

 

 

INTRODUCCIÓN

La educación en Cuba, desde el triunfo revolucionario de enero de 1959, se ha caracterizado por ubicar en su núcleo al hombre como ser social, que requiere de una satisfacción equilibrada de sus necesidades materiales y espirituales, en contextos socioculturales, como condición de su pleno desarrollo en los marcos de una calidad de vida que se concibe como eje de la salud individual, grupal y comunitaria.

Un factor de primer orden para establecer esta relación dialéctica lo constituye el llamado contexto sociocultural, definido por Querts y colaboradores como el espacio medioambiental donde viven y se desenvuelven los seres humanos, en el cual se generan las relaciones dialécticas sociales, se expresan las diferentes formas culturales que les proporcionan significados y sentidos para el diario vivir; donde se adaptan, lo enriquecen y lo trasforman para su desarrollo, con la cultura universal de la humanidad, lo particular de grupos humanos y lo singular de cada sujeto; por tanto, resulta importante enseñar al médico general a conocer el contexto sociocultural y contribuir a sus transformaciones para mantener la salud del individuo, la familia y la comunidad. 1

Establecer cómo funciona, en los marcos del proceso formativo, el sistema de relaciones que hace posible una articulación de lo antropológico y lo pedagógico en la construcción de los contextos socioculturales que definen la calidad de vida del hombre es atender la integridad del mismo en tanto sujeto social. El ser humano es una unidad compleja, holística y multidimensional, puesto que en él influyen las dimensiones biológica, psicológica y sociocultural, las cuales están interrelacionadas entre sí; por tanto, son valiosas las consideraciones dadas por Edgar Morin, quien expresó que para comprender al hombre como un ser biocultural se han de ligar la dimensión sociocultural con las física y biológica.2

Esta idea supone que la ruta crítica para el alcance de la salud desde el autodesarrollo humano se relaciones con la teoría sociocultural de Vygotsky,3 donde se enuncia el valor de la cultura para el desarrollo de los procesos psicológicos humanos, debido a que ellos surgen en el proceso de la actividad práctica mediada culturalmente. De igual manera son válidas las ideas de Cole, 4 quien expresa que la cultura es el medio único de la existencia humana, que funciona simultáneamente como condición y herramienta de la acción.

Es por ello que, en interés de profundizar en el tema de las relaciones entre antropología, pedagogía y procesos educativos contextualizados que aseguran la salud espiritual y material desde un enfoque sociocultural, se adelantan ideas en construcción sobre tal problemática, para reflexionar en torno a esta área, de profundas resonancias humanas.

En este artículo se resaltan los precedentes existentes en el pensamiento cubano que permite eslabonar un eje antropológico pedagógico desde la condición humana, categoría que transversaliza todos los contextos: el ideológico, el económico y el geográfico que incluye el ambiental.

 

DESARROLLO

Los problemas del enfoque integral de la salud en tanto cualidad sistémica son un área de convergencia entre la antropología, la epidemiología, la pedagogía y la epistemología propia de las ciencias de la salud, centradas en la concepción del hombre como ser bio/psico/social.

La comprensión de esta naturaleza humana como base morfofisiológica de la salud se complementa con la visión del papel del contexto sociocultural y de la propia conciencia y actuación humana, en el complejo entramado de las relaciones y la vida social, en tanto integración sui géneris que permite aprehender los problemas del proceso salud-enfermedad humano como un resultado cultural de la existencia y la esencia del hombre.

Explicar este sistema, parte de una postura que, en la contemporaneidad, demanda la necesidad de investigar desde las ciencias médicas y sociales el problema del hombre desde la reformulación de conceptos, entre los que resulta significativo el aporte de Fuentes y colaboradores respecto a la posición socioantropológica, que tiene en cuenta el vínculo entre la existencia y la esencia del ser humano, lo cual expresa la interrelación de la naturaleza humana y su capacidad transformadora, a partir de la actividad y las cualidades humanas; elementos esenciales para poder comprender al ser humano desde una visión holística. 5

Ello abre la puerta a la comprensión del papel que los procesos pedagógicos, por su naturaleza y esencia formativos, juegan en la construcción social de la salud desde el nexo de lo antropológico con la gestión educativa para el bienestar material y espiritual del hombre.

Un fundamento filosófico para comprender esta dimensión antropo-pedagógica de la salud desde un enfoque cultural, se expone de manera diáfana en los postulados políticos y el marco regulatorio estatal que establecen la formación multilateral y armónica del individuo, mediante la educación de la personalidad desde las claves de una concepción científica del mundo. Es posible advertir en esta posición filosófica visiones sobre el nexo del pensamiento martiano con las ideas marxista-leninistas en torno al papel del hombre como sujeto social, lo que implica la necesidad de una filosofía electiva como fundamento de los procesos educativos y, en particular, del proceso de enseñanza-aprendizaje.

Cuando se advierte el carácter social de la educación y su extensión específica al área de educación para la salud, las coordinaciones de los diferentes factores comunitarios, desde la referencia al educador, se aprecia una tradición iniciada con la educación revolucionaria, a partir de la percepción de que la formación de un hombre preparado para toda la vida es tarea de todos los agentes socializadores, en especial de los profesionales que simbolizan la mayor jerarquía del impacto social en este campo: el educador y el médico; que deben interactuar para favorecer el fin y objetivos de la formación integral.

Ese proceso no solo se limita a lo cognitivo de la educación o los beneficios en el funcionamiento favorable del organismo humano, en el caso del médico: ha de ir también, con base científica y alto grado de humanismo al conocimiento de los factores que inciden en la salud cultural-espiritual de los escolares y de quienes influyen desde lo cotidiano: la familia e integrantes de las comunidades.

Desde esta perspectiva se aprecia una interrelación sistémica entre la política educacional y de salud del país, sintetizadas mediante la presencia de resultados científicos de naturaleza pedagógico-didáctica que revelan relaciones dialécticas, conducentes a la profundización, sistematización y generalización de aristas que configuran una percepción de totalidad en el comportamiento cultural y espiritual del hombre, que como ser social, requiere de múltiples aproximaciones.6

Esta perspectiva teórica permite ubicar los esfuerzos investigativos de carácter científico-pedagógico en función de revelar relaciones dialécticas, en vínculo con la didáctica, para hilvanar una dirección que se nutra y direccione la formación de lo cultural y lo espiritual, como parte integrante del proceso educacional, lo que exige de precisiones conceptuales.

El pensamiento científico -según la Declaración de Budapest, 1999- consiste en el examen de los problemas desde diferentes perspectivas y encontrar soluciones a los hechos, fenómenos y procesos naturales, y sociales; a lo cual, desde la perspectiva de las ciencias sociales y humanísticas cubanas, le es preciso las propuestas para lograr transformaciones tangibles en dichos procesos.7

En ese contexto, resulta apropiado apuntar que el pensamiento cubano -al que se adhieren estas ideas-, se define como la producción intelectual significativa desde diferentes disciplinas de las ciencias, la literatura, la filosofía, el derecho, la política, el periodismo, la docencia, que contribuyen de algún modo a prestigiar la cultura cubana por el valor y la autenticidad de sus creaciones y en algunos casos alcanzan relieve internacional.8

Ambas aproximaciones resaltan la identificación de problemas en los contextos socioculturales, donde el hombre es producto y resultado, de ahí que los aportes científicos alcanzan real materialización si garantizan las transformaciones que elevan un nuevo peldaño en el desarrollo humano.

La educación cubana, a través de su red institucional, ubica como tarea la unidad de la instrucción y la educación, en la cual se sintetizan los pilares básicos del proceso desde el liderazgo de los, en interacción con todos y cada uno de los agentes presentes en una comunidad. En este sistema relacional destaca el que se establezca con el sector de la salud, por su rol estratégico para lograr el conocimiento pleno del bienestar cultural y espiritual de sus destinatarios: los escolares, sus familias y comunidades.

La educación apunta a la formación de la personalidad, que se inicia en la familia y que es continuada con la escuela y por las influencias provenientes del contexto sociocultural. Ello requiere de integrar las acciones desde los diferentes agentes, que por su autoridad, poder y liderazgo, como es el caso de docentes y médicos, inciden en las esferas ideológicas y económicas; los estilos de vida y percepción ambiental, la actividad y la comunicación y el sentido de satisfacción con su realidad y bienestar que construye cada hombre como resultado sociocultural, entre otras.

De ahí la necesidad de especificar que los entornos educacionales, que en ocasiones se reducen al contexto educativo, poseen una amplitud de necesaria delimitación. En el contexto microsocial, convergen lo ideológico (donde están las actividades educacionales), lo económico (diverso en la contemporaneidad, con la asunción del perfeccionamiento económico actual) y el geográfico (lo ambiental).

Ese espectro multidimensional impone las coordinaciones e integraciones humanas, donde el conocimiento de cómo se suceden las relaciones interpersonales en los diferentes grupos: comunidad-familia-grupo clase; resultan válidos para afianzar acciones certeras en lo cultural y espiritual.

Este enfoque se respalda desde los resultados de investigación de diversos autores 9-12 que articulan las posiciones filosóficas de la educación y salud en Cuba. Desde esos presupuestos se hilvana una síntesis del pensar cubano, donde se reflejan las conclusiones de figuras intelectuales que en el campo educacional, en ocasiones sin pretender ser científicos de la disciplina pedagógica, aportan obras portadoras de obligada referencia para la comprensión del proceso formativo en la actualidad.

Entre estos antecedentes hay que tomar en cuenta la labor fundacional de Félix Varela y Morales (1788-1853), que tiene en José Martí (1853-1895) una expansión latinoamericanista y una figura de universal; influencia en el campo de la educación, cuya obra continuaría en el siglo XX y moldearía un pueblo con espíritu solidario que hoy es reconocido como tal por los diferentes países del mundo. El análisis antropológico-filosófico frecuente en el pensamiento martiano y su detenimiento en los problemas relacionados con la condición humana, obligan a las generaciones venideras, a desentrañar sus mensajes, como convocara Julio Antonio Mella (1903-1929), para detenerse en ellos y buscar soluciones.

La mayoría de las personalidades explicitaron en sus obras artístico-literarias, jurídicas, religiosas, políticas, históricas y pedagógicas, entre otras, profundas reflexiones antropológico-filosóficas, que hacen explícita la naturaleza humana, al individuo, al pueblo.

Sirve ese amplio espectro intelectual, sin pretensiones de abarcar todas sus aristas, pero sí como expresión electiva, para sistematizar una síntesis de conceptos y categorías que son fundamentos del accionar educativo cubano al ubicar al ser humano como sujeto del proceso, que piensa, conoce, actúa y alcanza metas que satisfacen sus necesidades y/o exige por ellas.

Es en ese orden que Medardo Vitier Guanche (1886-1960) destaca, entre otros aspectos, la diferenciación entre categorías y conceptos: los primeros pueden erigirse como conceptos, pero estos no siempre alcanzan la condición de categorías. Todo ello en una obra de constante interconexión social.

Lo expuesto quedaría incompleto, si no se resalta que tanto para la educación actual como para los fines de la salud, en coincidencia con González (2011), desde posiciones filosóficas, lo cultural se vincula más a lo información, la lógica y la estética; y lo espiritual se acerca más a la ética, la deontología y la axiología, pero visto y admitido como categorías íntimamente interrelacionadas que en muchos casos se manifiestan superpuestas. 13

La dinámica del proceso microsocial ha de verse a partir de la influencia contextual y viceversa, y no desde posiciones reducidas que le limitan a una institución, esta debe de asumirse en sus múltiples manifestaciones.

En esta aproximación se sugiere la combinación de conocimientos, defendida por G. González en sus obras citadas, la cual es entendida como los nexos, concatenaciones, que con intencionalidad pedagógico-didáctica, fija su génesis en los conceptos y la derivación de relaciones interconceptuales, como expresión direccional de adecuaciones y de la dinámica metódica en el contexto.

Entre las relaciones didácticas lógicas que emergen en procesos microsociales diversos se pueden ubicar:

  • Interrelación entre el conocimiento científico y el conocimiento cotidiano, lo cual posibilita incorporar a la gestión educativa la multiplicidad de situaciones socioculturales con centro en el ser humano, sus interrelaciones familiares, comunitarias y educacionales.
  • Relación contexto-grupo clase: como nexo cognitivo-afectivo para adentrarse en los signos cruciales para direccionar la satisfacción de las necesidades educativas, con énfasis en las de carácter cultural y espiritual, estrechamente vinculadas a las tradiciones en contextos microsociales.

Estas relaciones didácticas tienen diferentes manifestaciones: en zonas rurales, caracterizadas por escuelas con grupos clases multigrado, estos llegan a igualarse a los grupos de residencia. En zonas urbanas, aunque la dispersión residencial es predominante, la atención ha de ubicarse en el reconocimiento de los grupos informales, que en ocasiones y de manera general, reflejan los modos de convivencia e intereses más cercanos a familiares y adultos de mayor influencia.

Para la gestión educativa que ubique como centro y sujeto al escolar y sus vínculos interpersonales, esas relaciones posibilitan ajustes sucesivos al proceso que pueden, y deben reflejarse en las adecuaciones curriculares, tanto en la dirección docente como en el accionar extradocente y extracurricular. Estas en acción mancomunada con los
diferentes agentes educativos, en una manera de complementariedad que es posible en la concepción educativa cubana.

Lo anterior es coherente con un problema básico en la calidad de vida de las poblaciones, que siempre ha de ser enfocado desde la comprensión de la salud como cualidad sistémica: la promoción de salud se representa por las acciones para transformar positivamente los estilos de vida, conocimientos, costumbres higiénico-sanitarias de los individuos, las familias y la comunidad, en la ruta de enriquecer su calidad de vida y satisfacer, en el orden cultural, las necesidades materiales y espirituales que ella demanda.

 

CONCLUSIONES

Los fundamentos antropológicos y pedagógicos adquieren una significación especial cuando devienen ejes epistémicos para explicar la naturaleza y esencia complejas del papel del hombre en su constante lucha por perfeccionar la calidad de vida en que discurre su existencia social, en tanto resultado cultural.

La educación y la salud, como construcciones sociales, se erigen sobre bases humanas de incuestionable valor, que tienen en los procesos formativos y de promoción de salud un sistema integrador de influencias formativas, directamente vinculadas con la vida de individuos, familias y comunidades, en un contexto sociocultural.

La labor educativa cubana, en su acepción amplia, se materializa en el contexto de la sociedad, por lo que considera sus múltiples influencias, ponderando el liderazgo de sus máximas jerarquías profesionales: el educador y el médico; de ahí que la revelación de relaciones didácticas para la aprehensión de necesidades subjetivas acorde al contexto social resulta trascendente para materializar que educar es todo.

La gestión educativa cubana, desde la singularidad de su condición humana, en el pensamiento cubano, es un proceso-producto que sintetiza los presupuestos martianos y marxistas leninistas en las exigencias contemporáneas en que, educar para toda la vida y salud para todos, devienen metas trascendentes.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Querts Méndez O, Orozco Hechavarría O, Montoya Rivera J, Beltrán Moret M y Caballero Herrera M. Consideraciones antropológicas en el proceso de formación profesional del médico general. [citado 2 Jul 2015].Disponible en: http://bvs.sld.cu/revistas/san/vol17_10_13/san141710.htm.

2. Solana Ruiz JL. Bioculturalidad y homo demens. Dos jalones de la antropología compleja. Gazeta de Antropología. 1996 [citado 10 Sep 2012]. Disponible en: http://www.ugr.es/~pwlac/G12_03JoseLuis_Solana_Ruiz.html.

3. Vygotsky LS. The problem of the cultural development of the child. The Pedagogical Seminary and Journal of Genetic Psychology. 1929;36(3):415-34.

4. Cole M. Cultural Psychology: A once and future discipline. Cambridge, MA: Harvard University Press; 1996.

5. Fuentes González H, Montoya Rivera J, Fuentes Seisdedos L. La condición humana desde la visión socio-antropológico-cultural del ser humano. Centro de Estudios de Educación Superior «Manuel F. Gran». Santiago de Cuba: Universidad de Oriente; 2010.

6. González Labrada GC. Proyecto de investigación: La didáctica combinativa de base interconceptual en contextos educacionales. Manzanillo: UCP Blas Roca Calderío. 2015.

7. Declaración de Budapest. Conferencia Mundial sobre la ciencia para el siglo XXI: un nuevo compromiso. Material en soporte digital.

8. Colectivo de autores. La condición humana en el pensamiento cubano del siglo XX. Tomo I. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales; 2010.

9. González Labrada G. Modelo pedagógico de la dirección del proceso en escuelas multigrado. [Tesis] Holguín: ISP José de la Luz y Caballero; 2006.

10. González Labrada G. Variantes de trabajo en el sector rural. Concepción de trabajo en el multigrado. XII Seminario Nacional para educadores. Ministerio de Educación. Curso escolar 2012-2013.

11. Colectivo de autores. La condición humana en el pensamiento cubano del siglo XX. Tomo II. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales; 2012.

12. Fuentes González HC. La concepción científico holística configuracional: una alternativa epistémica en la construcción del conocimiento científico. Material en soporte digital; 2012.

13. González Menéndez R. Humanismo y gestión de salud en el siglo XXI. ¿Avanzamos o retrocedemos? La Habana: Editorial de Ciencias Médicas; 2011.

 

 

Recibido: 2 de septiembre del 2015.
Aprobado: 5 de octubre del 2015.

 

 

Guillermo Calixto González Labrada. Universidad de Granma. Bayamo. Granma, Cuba. E-mail: guillermo@dpe.gr.rimed.cu

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